Aun espero un mensaje tuyo como este tiempo atrás cuando desaparecías y de repente con una leve mejoría volvías a escribir. Sé que tú mismo, pese a lo que escucharas, pensabas que te curabas hasta el final, siempre has sido un luchador, y eso es lo que transmitías a los de alrededor porque hasta yo te creía y hasta me permitía el lujo de enfadarme contigo a nuestra manera pensando que así sería.
Te echo de menos, un montón de veces al día. A dónde irán ahora nuestras bromas infinitas, qué hago ahora con ese tatuaje pendiente, con esas coñas y recuerdos que solo había compartido contigo. Siento que me han arrancado a mi hermanito de mala manera, no sé a quién podías haber hecho tanto mal para llevarte así, a quién le jodía tanto que fueras amigo de tus amigos, amante de tu familia, pendiente de todos en la distancia, siempre con el sentido del humor en alza, con esa ironía, iba a decir trabajando pero quizás mejor decir disfrutando de esa pasión para la que vivías las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Maldita sea la puta vida llevarte así, tan rápido, sin tiempo para reunirte con todos y con tantas cosas por vivir. Todos nos quedamos faltos de ratos contigo, nos has dejado huérfanos, familia y amigos sin saber hacia dónde tirar, sin habla, sin aliento. Demostraste hasta el final poder ocuparte de que todos y transmitirnos calma, no sé de dónde sacabas las ganas, la fuerza y energía.
Al principio no quería ponerme a buscar fotos tuyas pero ahora me gusta, aunque desearía tener más, me gusta recordarte con esa vitalidad, siempre con una sonrisa para mí... feliz con la vida, la muestra de cómo te sentías con ella aunque ella no te haya correspondido de la misma manera. Me quedo mirándote a los ojos... agrando las fotos para que me mires directamente a los míos... para preguntarte qué puedo hacer por ti. Iba temprano al gimnasio, te avisaba y te decía Venga, ponte las zapas que te llevo al gym, y me decías, Ready, dale duro. Corría y sentía que lo hacía por los dos, sintiendo que te llevaba a cuestas, capaz de salvarte de lo que fuera, hablándote Vamos que hay que seguir, que salimos de esta juntos, pensando, que ese exceso de energía que liberaba de algún modo te llegaba y te ayudaba a reponerte como hablábamos, y pensábamos que esas eran las ganas que creaban ese plus necesario para superarlo. A veces me inventaba cuentos que después te escribía, de cómo iba liberando tu cuerpo por dentro de intrusos... cómo otras veces te explicaba cómo lo limpiaba... "Focus, focus, focus...", había que visualizarlo como cada partido, como cada entreno, como la vida misma pero no ha funcionado y ya no creo en nada. Me quedo rota sin ti, una parte de mí ha muerto. Siempre me he sentido unida a ti, como hermanos como solíamos declararnos porque es lo que has sido siempre para mí. He perdido al hermano al que amaba, a mi confidente, ese que me hacía reír cada vez que abría la boca o con solamente mirarme, porque así sabíamos entendernos y si me paro a pensar no se me ocurren momentos que no estén acompañados de cierta ironía o sentido del humor. Esa complicidad que manteníamos desde niños y que siempre nos acompañaba estuviésemos donde estuviésemos, y que no hubiese cambiado por nada.
Y por cierto, Joder, todo lo que he visto después en las redes, estás por todas partes, cabrón. Algo me consuela, al menos el tener la suerte de conocerte a través de los demás también, no todos dan esa
oportunidad a familia y amigos después de irse.
Trending topic, manda narices...tú... Qué mala suerte que lo seas cuando no puedes verlo, que como me decía tu gran amigo Félix, pena no te dejaran resucitar unas horas para ver todas aquellas muestras de aprecio de tanta gente y desde tantos sitios distintos y poder despedirte de todos. Cuánto te hacías querer.
Te quiero primo, la vida ya no es la misma sin ti y no es solo un decir, lo siento cada segundo del día...desde que amanezco temprano como te hacía saber y esperando tus bromas por ello y por mil cosas más, cuando veo un comentario o leo una noticia. Era tan fácil entenderse contigo, era diferente.. Mucho muere contigo, Raúl. Gracias por decirme cosas bonitas hasta el final. No te merecías algo así, lo siento primo, ojalá hubiera podido darte una parte de mi vida, hubiera hecho lo que fuera por no haberte visto así. Eres lo más bonito que me ha ocurrido nunca. GRACIAS POR TANTAS COSAS, POR TU EJEMPLO. QUÉ PENA QUE SE VAYA UN TÍO GRANDE COMO TÚ TAN PRONTO, ME SUPO A POCO.