jueves, 28 de julio de 2011

MO DER NO

El concepto de moderno que tienen los que ya llevan un tiempo en la India dista de aquel que traemos cuando acabamos de llegar.

Pequeña "preocupación" al incorporarme a mi lugar de trabajo. Me preguntaba qué solían hacer allí mis compañeros en la hora de la comida, me preguntaba si habría o no algún lugar cercano para comer algo...A esta preocupación se le unía un hándicap más, solo traía euros, no había tenido ocasión de cambiar a rupias... Algunos compañeros muy atentos, me dijeron que las primeras compras o comidas podía hacerlas a escasos 30 minutos, en una especie de centro comercial o mercado MO-DER-NO. Me recalcaban lo de que estaba muy bien, que era muy MO-DER-NO. Y yo que soy dada a imaginar tanto como me cuentan, humildemente a lo Ana María Matute, imaginaba un Berberly Hills, qué sé yo... incluso pensé que qué pena cuando yo lo que buscaba ya era adentrarme cuanto antes en plena cultura india... y que ellos para que no notase tanto el choque tratarían de mantenerme occidentalizada.

De siempre fui muy bienmandá, y allá que me dirigí. No podíamos estar hablando del mismo sitio, se tenían que haber equivocado. MO-DER-NO, todos habían coincidido. El caso es que curiosamente, los nombres de los sitios que me habían dicho estaban por ahí colgados de alguna manera sobre aquella especie de construcciones... Debía ser aquello, con ese calor soporífero que caracteriza cada día aquí, a eso se le suma la gran cantidad de aparatos de aires acondicionados y qué sé yo cuántas máquinas, elementos varios amontonados y algunos quizás abandonados...y un sin fin de cosas más en aquellos pasillos por donde entré. Un montón de cables eléctricos colgados como si los hubieran lanzado desde cierta altura y así hubieran quedado como si de algún nuevo estilo artístico se tratara... motos tratando de circular por aquel pasillo, bicicletas... Me venía a la cabeza aquello me habían dicho o incluso recalcado esa misma mañana, no una persona sino varias, así que había consenso en que aquello era de lo más... "MO-DER-NO". Cada una de esas sílabas se golpeaban en el interior de mi cabeza. Cómo podría ser que estuviesen de acuerdo en algo así.

Ante todo rapidez, nada de perder el tiempo. Lo primero era tratar de situarme en el mapa que muy amablemente me habían trazado a mano alzada y dirigirme al sitio donde me habían dicho que podía cambiar dinero. Para eso soy única, mi orientación anda bastante bien. Qué contar de esa primera impresión una vez en aquellos puestos semitétricos, casi a las afueras de ese "CEN TRO - MO DER NO"... Es para verlo, no me atrevo yo a hacer una foto allí.

En fin, una respira hondo y sufre una especie de transformación, parece que se estire y que crezca, que se haga más fuerte con en ese suspiro. Se dirige a ellos, a los puestos, con esa seguridad en cada uno de sus pasos porque confía en el personal que le ha indicado, "tus compañeros no pueden ser tan malos en tu primer día", y aún así interiormente tu mente te habla mientras tú no quieres escuchar "cáspitas, en este momento me daría igual que me lo robaran todo, con salir de aquí con vida me doy por satisfecha, que no me corten el cuello para robarme...".
 
Ahora que te has lanzado, queda hacerte con un teléfono y una tarjeta móvil, ánimo, Yes, you can. _Porque eso sí, mi mente igual que en ocasiones si la escuchase atentamente podría hacerme perder esa aparente seguridad, una vez que se envalentona se crece en exceso y hay que tratar de frenarla y hacer que vuelva a la realidad_.

Hay que regatear, todos lo dicen. Y tú sin tener ni idea vas adelante, si esto es así, no se hable más. Uy, la primera vez que no te convencen porque no te han hecho caso cuando has tratado de bajar la cifra primera que te dieron, te vas a otro puesto para tantear si es que tú también te has pasado tirando demasiado a la baja ese número de rupias que pueda costar una tarjeta telefónica, teniendo en cuenta que el primer día no eres capaz ni de calcular el cambio de moneda mentalmente. Parece que se quedan con tu cara cuando pides precios y empiezas a regatear y al final dices NO... y das media vuelta sintiendo antes de tiempo que alguien te apunta aunque sea con el dedo por la espalda para asustarte y hacer que reconsideres esa oferta o de otro modo tú no sales de ahí... -Lo sorprendentemente cierto es que no se siente ese grado de inseguridad... Son estados a los que podemos llegar por el miedo a lo desconocido que cargamos algunas en nosotras mismas, esa carga de prejuicios que no te dejan abrirte y relajarte desde el principio.

(Además, lo realmente cierto es que a ellos les gusta timarte, sí, mucho. Les encanta engañarte regateando, es decir, en toda la cara... resarcirse de lo que te sacan en público sin que llegues a enterarte de lo que hablan cuando se jactan entre todos... Pero ojo, no a la espalda, no debe tener el mismo mérito. Otro día hablaré sobre esto.)


Fotos de esos pasillos interiores prueban ese concepto de "moderno"
He de decir que son pequeños choques de una occidental recién aterrizada en India, tratando de contarlo con un poco de sentido del humor, pero es cierto que al ver los letreros de las tiendas y una ristra de escaleras con escasa luz, bien empinadas, de paredes estrechas y olores varios... Puede resultar chocante, unas escaleras que te llevan a varias tiendas dependiendo del piso... De eso te das cuenta cuando lees "café" y llegas a una tienda monísima donde venden ropa de cama o cuando lees "libros" y llegas a una especie de tienda donde arreglan electrodomésticos... Pero una vez que lo sabes, dices, si pone café, peldaño más arriba o más abajo daré con él, y así es, solo hay que tener un poco de fe.
Hablo, para quien lo conozca de Khan Market, efectivamente bien moderno, sin parafrasear. Una vez que ya llevo un par de semanitas por aquí lo corroboro, y sí, es bastante moderno.

2 comentarios:

  1. ¡Si es que eres una valiente! Regateando y todo nada más llegar. ;)
    A mí regatear siempre se me da fatal. Eso de decir no cuando quieres decir sí y que te salga mal...

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  2. Si tienes tiempo regatear puede ser hasta divertido. Arriésgate a perder algo que te gusta, si te sale bien te irás satisfecha y en caso negativo, estás en India, volverás a dar con algo que te guste y vuelta a empezar.

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